La verdades que no sé por donde empezar. Por el principio, supongo. Soy muy de ciencias y no creo en el paraíso, ni en dios y ni en cosas de esas. Pero sí, en que hay muchas dimensiones no descubiertas. Hasta ahora, si no me equivoco, han descubierto 11 ó 12, pero existen muchas más. Y ahora no me creo de que cuando muere una persona, todo se termina. Creo que el alma, la energía, o como se llame, se va a otra dimensión y sigue su existencia allí. Cada uno es libre de creer en lo que quiere, pero estoy convencida de que algo existe. Me han pasado un par de sucesos raros, es esto lo que me hizo cambiar mi teoría anterior.
Hace poco, cuando fui a dormir, estuve recordando los viejos tiempos con Esther. Estaba muy triste y pensé que si el otro mundo existiera, Esther podría lanzarme alguna señal. No pasaron ni 2 minutos cuando en plena oscuridad oigo a un metro de mi cama un ruido. Era como si alguien pasara con las uñas por la madera de la puerta. Un ruido fuerte y largo. Era tan real y provenía de dentro de mi habitación. Prácticamente a un metro de mi. Pegué un salto brutal del susto y enseguida encendí la luz convencida de que hay alguien en mi habitación, pero no había nadie. Me levanté, abrí la puerta, busqué por todos los lados a ver si hay algo que podría provocar este ruido, pero al lado de la puerta no había nada! Lo que es verdad, es que yo no estaba dormida ni mucho menos y aseguro de que no lo soñé.
Al pasar un par de días, cuando hice la última entrada del blog, la del Pasado que se acerca, fui a dormir. Ahí sí que me dormí tarde, sobre las 3 y pico. Cuando ya estaba soñando no se que sueño, a las 4 y algo de la madrugada, sonó el móvil súper fuerte. Me desperté. Me había llegado un mensaje de un tal Marcos. Yo no tengo ningún Marcos en la agenda guardado, sin embargo en el mensaje ponía claramente su nombre, como si yo lo hubiera agregado. Me sorprendí y abrí el mensaje y el tal no existía! Cuando pulsé la tecla "abrir": el mensaje desapareció (!!!) y en ninguna parte no hubo constancia de él, ni de que había llegado, o de quien o cuándo. Nada! El hecho es que recordé que nosotras con Esther nos inventamos un perfil falso en Facebook. Inventamos a un chaval, llamado Marcos. Fues para poner celosas a ciertas personas, pero cuando ya cumplió su función, eliminamos este perfil. Sorprendente coincidencia...
En otras entradas yo había contado sobre que sueño con Esther como si estuviera viva y en mis sueños la veo muy bien, la veo como si no hubiera pasado nada. Hasta a veces me despierto con la idea que no ha pasado nada y a una o dos horas comprendo que el sueño fue un sueño y la vida real es desgrasiadamente otra. Hace varios días vi un sueño que me marcó. Recuerdo cada detalle de éste. Soñé que estaba en mi apartamento "nuevo", estaba tan tranquila cuando derrepente veo un alma envuelto en vendas, cómo si fuera una momia, subiendo por las escaleras. Lo único que se veía era el pelo tan largo que tenía. Era pelirrojo. Yo, en pánico del susto salí al balcón y vi que el alma me estaba siguiendo. Cuando ella había entrado al balcón persiguiéndome, yo salí por el otro lado y cerré las puertas de ambos lados. El alma en vendas se quedó atrapado afuera. Yo tenía mucho miedo y en pánico buscaba las llaves para salir del piso y, cuando me giré y miré al balcón, vi a mi perrita Laila, que murió hace casi 2 años. Vi que el balcón estaba lleno de sol, mi perra estaba tumbada boca arriba disfrutando del calorcito y que el alma en vendas estaba jugando con ella. Se reían y se lo estaban pasando muy bien. Luego el alma, cuando me vio, se convirtió en un perro gigante e intentó pedirme con los ojos que abriera la puerta, pero yo tenía muchísimo miedo y me negué, seguí buscando las llaves. El alma quiso hablar conmigo e intentó abrir la puerta del balcón. Pero estaba cerrada y yo estaba tranquila por ello. El alma tenía tantas ganas de salir de allí que saltó contra el cristal para romperlo, pero el cristal no cedió. Entonces el alma saltó otra vez y se estrelló con más fuerza, se estaba haciendo daño. A mi me dio pena y le pedí que parara porque sabía que el cristal no iba a romperse, pero el alma no cedía en sus intentos. El hecho es que después de este sueño hice las dos últimas entradas del blog y me pasaron las cosas que describí más arriba. El alma seguro que fue Esther, pero esto lo comprendí sólo cuando me desperté. Desde entonces no me quito este sueño de la cabeza. Fue tan real.
Desde entonces, siempre que sueño con Esther, nunca está sola. Siempre le acompaña mi perra Laila. Estoy segura que aquel día sus almas se reencotraron y ahora están juntos. Esperándonos.
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