lunes, 27 de mayo de 2013

Escribir fue una de tus virtudes

   Me acuerdo de cuando te conocí. Me quedé muy sorprendida por tu facilidad de escribir poemas. Me acuerdo de como, cuando nos fugábamos de clase y pasábamos horas en la cafetería La Granja de la plaza de Pere Garau, escribías tus poemas en las servilletas de esa cafetería cuando te aburrías. Me quedaba perpleja al ver que te los inventabas al instante y después, al escribir un precioso poema de 5 ó 6 coplas, arrugabas y tirabas o quemabas el papel diciendo que no te gustaba. Las veces que te comenté que lo tuyo sería ser escritora o que con la cantidad de poemas tirados ya podrías de haber publicado tres libros. Pero te reías, diciendo que no era lo tuyo. Aunque me acuerdo, que intentaste entrar en la universidad a estudiar periodismo pero al final te decataste por la psicología. Recuerdo un poema que escribiste en la cafetería en una servilleta, pero esta vez la servilleta la pude rescatar a tiempo, aunque el poema es muy corto, siempre me funcionó en los mensajes enviados a los chicos. Es muy bonito:
"Tu mirada es una espada
Clavada en mi corazón,
Que lentamente me mata
Y me hace perder la razón".
   Ojalá pudiera rescatar algo más...