domingo, 26 de febrero de 2012

Reflexiones Esthériles: "Donde hay música, hay vida..."

La música está en todas partes y forma parte de la Vida y de la Naturaleza. Todo produce un sonido, todo hace música. Murmullan las olas del mar , nos susurra al oido el viento, ruge el fuego, los animales pían, aullan, ladran, braman, graznan, croan… Todo suena. Todo produce un sonido.
Incluso cada elemento inerte cuando se agita y mueve también cobra vida y emite su sonido distintivo. Cada madera produce un sonido particular, cada metal un tintineo diferente…
Todo suena. Lo q nunca suena es q nunca se mueve… Y lo q nunca se mueve… ¿no está muerto? Podría imaginar una naturaleza muda, inmóvil. Claro que podría hacerlo. Pero sería una naturaleza muerta.
Fueron los sonidos naturales los que hicieron que nuestros antepasados pudieran desarrollar la capacidad de combinar los elementos para Crear música. Nuestros antiguos, se inspiraron en la música que provenía dela madre naturaleza para componer y producir. Esos sonidos les invitaron a crear, despertaron su sentido musical.
Y así como los sonidos de la naturaleza invitan a hacer música, la música a su vez, también invita a otras muchas cosas. ¿La principal para mi cual es? El baile. La música nos invita a bailar.
Bailar es sincronizarse con la música, es un intento de fusión con ella. Cuando la música nos penetra, y nos gusta que así lo haga, cuando nos conquista y nos cautiva, cuando nos seducen sus cadencias y sus ritmos… ¿qué nos sucede? Ocurre que despierta nuestras ganas de bailar, de fundirnos en ella. Y la seguimos, la coregrafiamos, la escenificamos… Nos movemos con la música. Nos unímos a la música. Nos movemos con la música. Nos fundimos en la música. Nos movemos con la música, y en esos momentos, también somos música.
Queremos movernos coordinadamente, armónicamente, ritmicamente, como ella lo hace ¿Y por qué? Volvemos al principio del texto… porque la música es movimiento, y el movimento genera e incita al movimiento. Porque la música es y está estrechamente ligada a la vida, e invita a ello, a bailar y sentirse vivo.
Esther. 28 de agosto, 2008. 1:45

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