domingo, 18 de marzo de 2012

Junio 2010, Parte I. La crepería



    Esther me visitó en verano del 2010 y la verdad es que yo estaba muy liada con el trabajo, o mejor dicho, con los trabajos, que trabajaba en dos. Por eso no salimos mucho pero luego en un día lo recuperamos todo :)). Decidimos recordar los viejos tiempos y por eso hicimos la ruta nostálgica por los lugares memorables, donde hace años pasábamos horas y horas sentadas al lado de un portal (de Lamia), hablando de chorradas o  filosofando sobre el sentido de la vida o principios del Universo (...) o, si nos aburríamos de vigilar a los chavales que vivían en ese portal, discutíamos con la vecina del perro feo y ladrador llamado Vodka, peleábamos con la vieja del 3º que nos odiaba a muerte (algunas razones tendría) o hablábamos con el dueño del "bar de Tino", que se llamaba Tino sobre el sentido de la vida ( que para él se limitaba a este bar y su casa en Andalucía o por alguna parte de la Península). Y si nos cansábamos, entonces íbamos a gorronear a casa de una amiga que vivía en el portal vecino. No voy a entrar en detalles o , quizás, lo haga algún otro día, pero el hecho es que nos invadió la nostalgia de tantos recuerdos que nos llenaron la mente, y la risa de tantas gamberradas que habíamos hecho. Fue entonces cuando decidimos cambiar el rumbo y nos dirigimos a Ocimax. 
   












 Lo primero de todo, decidimos recuperar las calorías que habíamos perdido durante el paseo por el barrio y fuimos a la crepería. Yo pedí la crep con el nombre de la Dulce pasión y Esther, la "Especialitis Estherilis", una crep inventada por ella porque no estaba en el menú. Pidió un mix de nata, helado de chocolate, bailys, dulce de leche y no me acuerdo que cosas más. Nos tomamos nuestro tiempo para terminar con las creps recordando los viejos tiempos, de cuando nos íbamos al bar de Tino a estudiar o pasar el rato, entonces un café nos duraba horas. Y el dueño ya no sabía como echarnos, siempre decía:" pero si eso ya está frío, como podéis tomarlo? Pero si ya no tiene sabor a café!" o cosas por el estilo, que fueron unas indirectas directas para que compráramos otro café o nos fuéramos del bar. Y nosotras le contestábamos: "Tranquilidad! Nosotras consumimos y  mientras no se vea el culo de la taza, mientras haya algo de café, somos las clientas del bar  y queremos que nos traten como tales!" Se iba todo enfadado balbuceando :).  Qué será de Tino ahora? El bar ya no existe. En su lugar ahora hay uno super moderno, muy juvenil y nada tiene que ver con el antrerior...

 













Bueno, pues tras terminar con esta delicia subimos al salón de juegos recreativos.





 Continuará...



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