Lo primero de todo, decidimos recuperar las calorías que habíamos perdido durante el paseo por el barrio y fuimos a la crepería. Yo pedí la crep con el nombre de la Dulce pasión y Esther, la "Especialitis Estherilis", una crep inventada por ella porque no estaba en el menú. Pidió un mix de nata, helado de chocolate, bailys, dulce de leche y no me acuerdo que cosas más. Nos tomamos nuestro tiempo para terminar con las creps recordando los viejos tiempos, de cuando nos íbamos al bar de Tino a estudiar o pasar el rato, entonces un café nos duraba horas. Y el dueño ya no sabía como echarnos, siempre decía:" pero si eso ya está frío, como podéis tomarlo? Pero si ya no tiene sabor a café!" o cosas por el estilo, que fueron unas indirectas directas para que compráramos otro café o nos fuéramos del bar. Y nosotras le contestábamos: "Tranquilidad! Nosotras consumimos y mientras no se vea el culo de la taza, mientras haya algo de café, somos las clientas del bar y queremos que nos traten como tales!" Se iba todo enfadado balbuceando :). Qué será de Tino ahora? El bar ya no existe. En su lugar ahora hay uno super moderno, muy juvenil y nada tiene que ver con el antrerior...
Bueno, pues tras terminar con esta delicia subimos al salón de juegos recreativos.
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario